Una
polémica sin fin
Lunes 09 de septiembre de 2013
El
canciller dijo que la pretensión de la papelera UPM (ex Botnia) de aumentar su
producción "no es un problema entre los gobiernos de Uruguay y la
Argentina", sino de "una empresa que quiere hacernos pelear para
lograr un aumento en sus ganancias", y señaló que "vamos a ser
inflexibles" para preservar el río Uruguay.
"La
ley es clara. Hay un Tratado del Río Uruguay que impide que unilateralmente se
modifiquen las condiciones ambientales del río" y "aumentar la
producción es modificarla", sostuvo Timerman y recordó que la Argentina
"ha presentado innumerables muestras de que el río ya fue afectado por la
construcción de Botnia".
El
canciller señaló que ante la pretensión de la pastera finlandesa de aumentar la
producción, "hemos pedido que un comité científico" integrado por
representantes de ambos países "determine el grado de contaminación al que
está siendo sometido el río Uruguay y que la empresa Botnia haga las
modificaciones necesarias".
"No
es imposible modificar la situación actual. Es posible si la empresa Botnia
hace las inversiones que se niega hacer", enfatizó en declaraciones a
radio Continental.
El
ministro sostuvo que la situación derivada de los reclamos de UPM "no es
un problema entre Uruguay y la Argentina", sino de una empresa "que
quiere presionar a los gobiernos de ambos países, hacernos pelear, para
conseguir un aumento en sus ganancias sin hacer las inversiones y atender el
cuidado del medio ambiente al que está obligado".
Timerman
afirmó que "no debemos aceptar las presiones de un grupo extranjero, que
no es uruguayo ni argentino", y tras advertir que "se sabe
perfectamente que si aumenta la producción, aumenta la contaminación",
anticipó que las autoridades argentinas "en este aspecto vamos a ser
inflexibles" con la pastera.
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