Stella Calloni | Lunes 22 de julio de 2013
El espionaje cibernético es una instancia superadora de los
mecanismos de control y dominación utilizados por las potencias, principalmente
Estados Unidos, para manejar las situaciones políticas de distintos países que,
a sus ojos, se presentan como "amenazas" que hay que erradicar.
En uno de sus libros más famosos, Entre dos edades: El papel
de Estados Unidos en la era tecnotrónica, el ex asesor de Seguridad Nacional de
Estados Unidos y eterno consejero de los gobiernos de ese país, Zbigniew
Brzezinski, advertía sobre el necesario "control de la población por parte de
una clase política de élite a través de la manipulación tecnotrónica".
"La era tecnotrónica involucra la aparición gradual de
una sociedad más controlada.Tal sociedad sería dominada por una élite sin las
restricciones de los valores tradicionales.Pronto será posible asegurar la
vigilancia casi continua sobre cada ciudadano y mantener al día los expedientes
completos que contienen incluso la información más personal sobre el
ciudadano.Estos archivos estarán sujetos a la recuperación instantánea de las
autoridades", profetizó Brzezinski.
En realidad, no hay gobierno en el mundo que haya ignorado
que el espionaje sobre nuestros países ha sido un elementos básico en todos los
tiempos e indispensable para activar guerras de baja, mediana y alta
intensidad. Sin esos conocimientos de control, la contrainsurgencia sería una
doctrina vacía.
Lo que Edward Snowden ha aportado es hasta dónde se extiende
ese poder global, el espionaje global, sistematizado, con alcances ni siquiera
previstos, gracias a las nuevas tecnologías, a la Guerra Cibernética, a la que
no se ha dado ninguna trascendencia, a pesar de que significa la invasión de
todos nuestros espacios.
A comienzos de 2013 hubo un encuentro de agencias de prensa
internacionales y especialistas en La Habana, Cuba, donde todo esto fue
expuesto con rigurosidad académica y con una crudeza que asombraba, al
reconocer las consecuencias de esa Guerra Cibernética. La estamos sintiendo.
Y es clave para una situación que expuso muy bien Brzezinski
y que está en todos los proyectos y trazados geoestratégicos de Estados Unidos
destinados al control mundial.
La unidad de los pueblos es una amenaza para el "Nuevo
Orden Mundial", dijo recientemente Zbigniew Brzezinski, en un discurso en
el Foro Europeo para las nuevas ideas (EFNI), organización que trabaja para
transformar a Europa.
Aparentemente para adherir a la Unión Europea a la necesidad
de participar en el proyecto de "control externo" dentro de ese nuevo
orden mundial. Por lo que vemos, esa participación -como está sucediendo con
las Guerras Coloniales del Siglo XXI, Afganistán, Irak, Libia y ahora Siria
bajo asedio- será la sumisión final europea a las necesidades de Estados
Unidos. Basta enumerar quien gobierna realmente cada uno de los países
invadidos y ocupados.
¿Cuál es la preocupación del antiguo asesor y de sus
asesorados?
Brzezinski advirtió que existe en estos tiempos, y se
desarrolla más activamente en algunas latitudes que en otras, "un
resistencia" al "control externo". ¿Y quién está detrás de estas
resistencias? Nada menos que lo que llamó un "activismo populista", que
tal como se está viendo, amenaza con entorpecer y desquiciar esta "transición"
tan metódicamente preparada hacia "un Nuevo Orden Mundial".
Como alguna vez dijo el líder colombiano Jorge Eliécer
Gaitán, asesinado el 9 de abril de 1948 por la CIA estadounidense, el término
"populista" está siendo usado como una descalificación para lo que en
realidad significa "lo popular "en su mejor expresión. De esta manera, así como
se despreciaba nuestra cultura, se hablaba de "populistas" para descalificar a
gobiernos y líderes que genuinamente luchaban por la liberación de los pueblos.
Más aún por la justicia y la dignidad.
Esta fuerte presencia popular, como diría Brzezinski, ha
producido una aceleración hacia los cambios sociales, lo que está
imposibilitando ir más rápidamente hacia la dominación estadounidense.
De acuerdo a sus puntos vista, estas aceleraciones
"populistas" eran el resultado de "la comunicación instantánea de las
masas con la radio, la televisión e Internet", lo que actuaba como un
estimulante hacia "un despertar universal de conciencia política de las
masas".
El resultado es que la dominación externa, que caracterizó
los tiempos del colonialismo, estaba siendo amenazada por esta nueva
circunstancia, donde aparecen resistencias múltiples muy "difíciles de
suprimir".
Es decir, más difícil de "suprimirnos" o eliminarnos a todos
a la vez y en tantos lugares del mundo. Por supuesto para el asesor todo
terreno esta era una situación lamentable, que obstaculizaba los proyectos.
"En la sociedad tecnotrónica la tendencia parece ser
hacia la agregación del apoyo individual de millones de ciudadanos no
coordinados, fácilmente al alcance de personalidades magnéticas y atractivas,
que explotan las últimas técnicas de
comunicación para manipular las emociones y controlar la
razón", escribió Brzezinski en el
libro antes citado.
Su preocupación en estos aspectos ha sido varias veces
expuesta. Hay que recordar que Brzezinski es uno de los mayores elitistas, el
fundador de la poderosa Comisión Trilateral, un luminario del Council on
Foreign Relations y asiduo asistente a las reuniones del Grupo Bilderberg. Él
fue una vez descrito por el presidente Barack Obama como "uno de nuestros
pensadores más destacados", señala César Achin Guzmán en su informe sobre
"Brzezinski Nuevo Orden Mundial" que figura en la serie de análisis del blog
laproximaguerra.com.
Sería suicida no estudiar el pensamiento de quienes trazan
los planes del Nuevo Orden Mundial, donde nosotros somos precisamente las "resistencias"
a vencer y además los "suprimibles".
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