Lilia Puig de Stubrin | Jueves 27 de junio de 2013
La UCR celebra su 122 aniversario manteniendo firmes sus
acciones políticas, cuyos fines reafirman sus principios fundacionales.
Desde la presidencia de Juarez Celman, el radicalismo nacido
en la defensa de la honestidad republicana, combate la corrupción en el Estado.
Hoy, las autoridades partidarias y los bloques de diputados y senadores
denuncian, ante la sociedad y la justicia, a los miembros del gobierno que se
apropian de los dineros públicos. Y la Auditoria General de la Nación controla
y señala los actos de corrupción que afectan a los argentinos.
La corrupción hiere y mata. En defensa de la vida la UCR
denuncia a los funcionarios que se corrompen como así también enfrenta los
proyectos enviados por el gobierno que buscan modificar las reglas del control
institucional de los gobernantes. Su lucha por gobiernos decentes se manifiesta
en iniciativas sobre transparencia que sostiene en clara lucha política con el
actual gobierno peronista .
Los principios republicanos que se sostuvieran en sus
orígenes, son defendidos a capa y espada. Esto se refleja en la acción llevada
adelante para impedir la reforma de la Constitución Nacional. Así, la UCR
convocó a senadores y diputados de otros partidos con representación
parlamentaria para impedir la re-reelección presidencial.Pregona continuamente
la unidad de los argentinos, de sus representaciones sociales y políticas en la
defensa de la garantía de nuestros derechos: la independencia del Poder
Judicial y la forma republicana y democrática de gobierno.
Luego de estos 122 años de vida el radicalismo afronta su
responsabilidad histórica habiendo promovido la construcción de coaliciones
competitivas en cada provincia en orden a construir un proyecto político que
asegure la república en lo inmediato y sirva a la alternancia en el 2015.
La construcción de ciudadanía es una asignatura pendiente.
El retroceso iniciado en 1966 empezó a ser revertido en 1983. Las gestiones de
Menem y de los Kirchner con sus populismos conservadores de distinto discurso
ideológico nos hicieron volver atrás nuevamente. El proyecto de la alternancia
requiere que la búsqueda de la ampliación y el mejoramiento de la ciudadanía se
integre a su programa.
Los partidos políticos no son históricos porque cumplen años
sino porque se recrean históricamente para servir a las causas que le dieron
origen.
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