Acuerdo internacional
Lunes 03 de junio de 2013
El canciller Héctor Timerman aseguró que la firma del primer
Tratado sobre el Comercio de Armas de la historia permitirá "controlar que las
armas que se comercian en el mundo no terminen de forma ilegal en manos de
delincuentes, carteles u organizaciones terroristas".
El primer acuerdo internacional para combatir el tráfico de
armas convencionales "no es un tratado de desarme, es de seguridad nacional y
colectiva" que "brinda transparencia y previsibilidad", señaló Timerman.
A la vez, agregó que "no menoscaba el derecho de
legítima defensa de los Estados" y surge como "un mecanismo de construcción de
confianza".
Durante la apertura formal de la firma del documento en las
Naciones Unidas (ONU), el ministro de Relaciones Exteriores, fue el primer
funcionario en rubricar el Tratado esta mañana.
A la vez, Argentina fue uno de los países que junto a
Australia, Costa Rica, Finlandia, Kenia, Japón y Reino Unido, impulsaron la
iniciativa que implicó cerca de ocho años de trabajo conjunto.
"El Tratado permite
que las armas que se comercian en el mundo no terminen de forma ilegal en manos
de delincuentes comunes, carteles organizados como el narcotráfico u
organizaciones terroristas", dado que "todos estos sectores se benefician hasta
hoy por la falta de controles en el comercio internacional de armas que termina
por ser una fuente permanente de generación de violencia social y política",
explicó Timerman a la agencia Télam luego de la ceremonia.
El documento "establece criterios globales para que cada
Estado evalúe la autorización de exportaciones de armas, fija parámetros para
que esas transferencias sean transparentes, se ajusten al derecho vigente y,
sobre todo, para que las armas no terminen en manos de quienes pueden violar el
derecho internacional vigente", agregó el jefe de la diplomacia argentina.
El canciller mencionó además que el Tratado sobre el
Comercio de Armas convencionales es "una contribución única para mejorar la
seguridad ciudadana, prevenir el terrorismo y reducir la violencia a escala
mundial y en cada país".
Para la Argentina en particular, el Tratado es "importante
porque el desvío hacia el mercado ilícito es una de las principales fuentes de
inestabilidad política y violencia en la región de la que Argentina es parte,
incluyendo países como Honduras o Haití, donde el país ha participado de
esfuerzos colectivos para reducir la violencia".
Por otro lado, es relevante porque "en línea con el reporte
sobre seguridad ciudadana que elaboró la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) en el 2011, la reducción de armas es una forma más efectiva de
atacar el problema de la inseguridad desde sus raíces y no sólo desde sus
emergentes, limitando todo lo posible el acceso indiscriminado a las armas con
las que luego se cometen los delitos que buscamos combatir en la calle",
adhirió el titular del Palacio San Martín.
El Tratado fue adoptado por la Asamblea General de la
Organización de Naciones Unidas el 2 de abril de este año, con 153 votos a
favor, 3 en contra y 23 abstenciones.
La apertura formal del documento realizada esta tarde por el
titular de la ONU, Ban Ki moon y seguida por el canciller Héctor Timerman,
contó con la firma de 61 países, que luego deberán ratificarlo.
El esfuerzo conjunto de los Estados en la elaboración del
documento, contó con el rol clave de las organizaciones no gubernamentales
dedicadas al tráfico ilícito de armas, derechos humanos y derecho internacional
humanitario.
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