Mario Barletta | Jueves 23 de mayo de 2013
Proveer de mayor seguridad a los estadios de fútbol, mejorar
la concurrencia a un espectáculo público, disminuir la violencia en los
alrededores de la cancha, controlar el accionar de los barras bravas deberían ser
los motivos centrales para que el Estado intervenga en el cambio de una fecha o
un horario de un partido de fútbol.
Sin embargo, nada de esto preocupa al Gobierno Nacional. El
cambio de horario para los partidos de Boca y River transmitidos por Fútbol
para Todos (FPT), tiene como único objetivo robarle audiencia al programa
"Periodismo para Todos" de Jorge Lanata, en momentos en que el periodista
denuncia casos de corrupción en el entorno de la Presidente de la Nación.
Con esta modificación caprichosa, que los propios clubes de
fútbol han calificado de 'antipopular', se va en contra del deporte y se
desalienta la asistencia de familias a la cancha. Si encima tenemos en cuenta
que los partidos terminarán pasada la medianoche, concluimos que la medida además
abre las puertas a mayor violencia.
El kirchnerimo ha ido mostrando su hilacha con el pasar del
tiempo. El FPT primero dejó de recibir anunciantes privados, priorizando el
espacio de pauta para hacer proselitismo, difundiendo spots que van desde anuncios
de obras, homenajes a Néstor Kirchner, hasta ataques contra medios de
comunicación y políticos opositores.
La decisión de alterar los envíos dominicales del fútbol es,
salvando las distancias, muy similar a la intervención del Indec. Como les
molesta la realidad la intentan ocultar. La inflación la esconde Guillermo
Moreno y las denuncias de corrupción las tapan Boca y River.
Nuevamente queda al descubierto que las iniciativas del
gobierno no están basadas en los intereses de los argentinos, sino en los
propios. Así se explica el Blanqueo de Capitales o la Reforma de la Justicia.
La UCR no objetó la decisión del programa Fútbol para Todos
en agosto de 2009, cuando el gobierno acordó con la AFA la transmisión de los
torneos, pero advirtió que la finalidad primaria del kirchnerismo no era luchar
para liberar los goles "secuestrados", sino que lo utilizaría como una
herramienta más del inmenso aparato de propaganda gubernamental.
Entendemos que esto no debe ser así, por ello, luego de las
elecciones de octubre cuando el oficialismo pierda la mayoría automática que
desprecia toda iniciativa que no sea propia, el radicalismo va a impulsar un
proyecto para mantener la transmisión gratuita de los partidos, pero poniendo
en práctica la comercialización de la pauta publicitaria a terceros y limitando
a solo un 10% la publicidad oficial, cuya temática deberá estar orientada a
prevenir problemas sociales como la violencia de género, la discriminación, y
las adicciones.
De esta manera se evitará derrochar los 1000 millones de
pesos que representa el gasto de Fútbol para Todos. Con ese dinero proponemos
llevar adelante un programa nacional dirigido a insertar en el mercado laboral
al casi millón y medio de jóvenes argentinos que hoy no estudian ni trabajan.
Por Mario Barletta,
Presidente del Comité Nacional de la UCR
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