Los habían amenazado con tirarlos al Río de La Plata
Miércoles 15 de mayo de 2013
Dos ex policías acusados de extorsionar y privar ilegalmente
de la libertad a los hermanos Rodolfo, Carlos y Alejandro Iaccarino durante la
última dictadura cívico militar, comenzaron a ser juzgados por el Tribunal Oral
Federal 1 de La Plata.
Los acusados amenazaron a los empresarios con "tirarlos
al Río de La Plata" sino entregaban sus campos y un avión.
"Para irse tienen que entregar los campos y el avión. O
entregan algo o van al Río de La Plata", relató Carlos Iaccarino que les
advirtieron sus captores cuando estaban detenidos en la Brigada de
Investigaciones de Lanús, con asiento en el partido de Avellaneda.
Iaccarino prestó declaración en la primera audiencia del
juicio oral y público que lleva adelante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata
contra el ex Jefe de la Brigada, Bruno Trevisan, y el ex subjefe, Jorge Rómulo
Ferranti, por los delitos de "extorsión, privación ilegítima de la libertad y
aplicación de tormentos".
Según consta en la acusación formulada por la fiscalía a
cargo de Sergio Molina y Hernán Schapiro, los hermanos Iaccarino fueron
secuestrados en 1976 "con motivaciones de índole económica" y tras pasar
por varios lugares de detención en Buenos Aires y la provincia, el 6 de julio
de 1977 fueron trasladados a la brigada de Investigaciones de Lanús, donde
funcionaba el centro clandestino de detención conocido como "El
Infierno".
Carlos Iaccarino detalló que en ese lugar "fuimos alojados
en celdas con presos comunes, sin recibir comida, con condiciones de higiene
nulas" y que al segundo día de permanecer allí llegaron un juez de La Plata,
Leopoldo Russo, y una doctora de apellido Aparicio, que era su secretaria".
Agregó que pese a que ellos les comunicaron que "venimos de
estar secuestrados", la secretaria les comunicó que se les había iniciado una
causa por "monopolio de carnes" por las explotaciones agropecuarias que tenían
en la provincia.
Precisó que en los primeros días de agosto de 1977, los
llevaron al despacho del ex policía Ferranti donde dos personas, empresarios,
les comunicaron que venían a comprar las 25 mil hectáreas de campo que poseían
en Santiago del Estero y un avión.
"No podemos vender las propiedades, tenemos juicios y además
estamos detenidos", dijo Iaccarino que les comunicó a los empresarios Bruno
Chessi y Vicente García Fernández, de la empresa Equino Química, quienes le
ofrecieron 800 millones de pesos o un campo de golf y 300 mil dólares a cambio
de sus campos.
Sostuvo que en ese encuentro les advirtieron que "si venden
se van en libertad", y agregó que el 9 de noviembre se presentó en "El
Infierno" la escribana Díaz de Camaño y les hizo firmar a los hermanos un
poder especial para que el padre de los tres, Rodolfo Genaro Iaccarino, y el
doctor Eduardo Araujo, puedan vender las dos fracciones de campo.
Iaccarino declaró además que cuando su padre efectivizó la
operación preguntó "¿no me llevo nada?", en relación a que no le entregaban el
dinero y recibió como respuesta "te parece poco la vida de tus tres hijos".
El testigo aseguró que había "una organización y
sincronización perfecta entre la estructura represiva y las instituciones
económicas" y aseguró que fueron despojados de todos los bienes de la familia,
los que nunca más pudieron recuperar.
"Hoy me saco una mochila de 37 años. Ojalá sirva para la
verdad, la memoria y la justicia", le dijo Iaccarino al Tribunal al finalizar
su extenso testimonio.
En la audiencia prestó también declaración el premio
Nobel de la Paz y presidente del Servicio Paz y Justicia (Serpaj), Adolfo Pérez
Esquivel, quien aseguró que "las fuerzas armadas no pudieron por sí mismas dar
un golpe de estado, necesitaron de sectores civiles y religiosos".
"Hubo muchos empresarios que fueron víctimas de la dictadura
y de casos de tormentos por dinero y propiedades", aseguró Pérez Esquivel,
quien mencionó el caso de un empresario de Tucumán y otro de Azul que fueron
obligados también a ceder sus propiedades durante la dictadura.
También declaró uno de los imputados, el ex subjefe de la
Brigada de investigaciones de Lanús, Jorge Rómulo Ferranti, quien negó conocer
a los hermanos Iaccarino, que estuvieron detenidos en esa dependencia durante
la última dictadura militar, y aseguró que allí no se infligían maltratos.
"Yo no recuerdo a estos señores (los hermanos
Iaccarino) y a la escribana (que hizo firmar a los hermanos un poder para
proceder a la apropiación de sus bienes) nunca la vi en mi vida", declaró
Ferranti.
Si bien negó recordarlos, el ex policía tuvo que aceptar que
ambos hermanos estuvieron detenidos allí, tras exhibírsele documentación donde
consta la detención de los tres hermanos en esa dependencia policial.
"Esta gente (los Iaccarino) arranca mal, yo no estuve
en nada, se había fugado un preso y yo no estaba en noviembre de 1977 (cuando
los hermanos fueron obligados a firmar un poder para proceder a la venta de sus
bienes), el 21 o 22 de octubre me trasladaron a otra dependencia",
detalló.
Por su parte, el otro imputado, Bruno Trevisan, ex jefe de
la Brigada de Investigaciones de Lanús, se negó a declarar, mientras que el
Tribunal informó que las audiencias se retomarán el viernes con la declaración
de Alejandro Iaccarino.
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