No
peligraría la actividad
Jueves 13 de septiembre de 2012
El
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) evaluó que si bien existen
"situaciones críticas" en los campos, como las lluvias ocurrieron a finales del
invierno, el incremento de temperatura de esta época del año permite una "mayor
evaporación" del agua, con lo cual estimó que no hay previsiones negativas
respecto del ganado y de la próxima campaña agrícola.
"Si
bien los excesos hídricos generan situaciones críticas en los campos, las
abundantes precipitaciones del último periodo ocurrieron a fines del invierno;
esto permite tener una visión optimista de la situación, debido a que en esta
época los incrementos de temperatura determinan mayor evapotranspiración y
crecimiento del forraje", señaló la Estación Experimental Agrícola Cuenca
del Salado del INTA en un informe.
Allí
recomendó la aplicación de medidas de manejo para disminuir la afectación de
las inundaciones, para lo cual primero se debe contar con un "buen
diagnóstico de la situación del rodeo" que permita visualizar la situación
y tomar las medidas adecuadas.
Para
ello, se deben evaluar el grado de anegamiento y daño de los potreros e
instalaciones, detectar la presencia de lugares altos para dormideros de la
hacienda y de refugios, y verificar el estado en que se encuentra el forraje de
los distintos potreros.
También
identificar vacas y vaquillonas paridas, preñadas y vacías y cuantificar la
superficie utilizable, la disponibilidad de forraje y el estado del rodeo para
tomar la decisión estratégica de suplementación y venta de animales.
Todas
las acciones a realizar van a depender, en gran parte, de la transitabilidad de
los caminos o red vial de acceso al campo y a los potreros, especialmente para
el traslado de los animales y del ingreso de insumos necesarios, admitió el
organismo.
En el
caso de los potreros totalmente anegados, se debe impedir el ingreso de los
animales para evitar las pérdidas de animales chicos, principalmente terneros
recién nacidos, que pueden ser arrastrados por la corriente y ahogarse.
En los
potreros anegados, pero pastoreables, sin dormidero, permitir el ingreso de la
hacienda para pastoreo por horas; y donde hay anegamiento variado, con
dormideros, clausurar las zonas con altos niveles de agua y subdividir el resto
para evitar el excesivo pisoteo de los sectores más encharcados.
Y en
los potreros altos, sin anegamiento, se los podría subdividir para reducir la
superficie pastoreable y hacer un uso eficiente del forraje disponible
En
todos los casos, aseguró el informe, puede ser de gran ayuda el uso de los alambrados
eléctricos, de bajo costo relativo.
Y
resaltó la importancia del monitoreo continuo del estado del suelo para evitar
mayor deterioro y degradación del recurso forrajero y afectar así el
crecimiento primaveral.
En otro
orden, pidió darle prioridad a la vaca y vaquillona preñada a punto de parir y
con ternero chico; y ubicarlas en los lugares más altos de los potreros y con
disponibilidad de pasto para satisfacer sus altos requerimientos de proteína
para la producción de leche y además proteger al ternero.
Asimismo,
reclamó priorizar aquellos suplementos que presenten alta concentración de
nutrientes, principalmente proteína, energía, digestibilidad y porcentaje de
materia seca, para trasladar un menor volumen de alimento y favorece su
suministro
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