Juan Carlos Daffunchio | Lunes 25 de junio de 2012
Maximiliano Kosteki y Darío Santillán no están solos. Una
década ha transcurrido desde aquella trágica mañana y si bien es poco tiempo
para la historia de un país, en nuestro caso los cambios son notorios, el país
de aquellos días es completamente diferente al de hoy.
Esa fría mañana de Junio un grupo de jóvenes al frente de
una nutrida columna, llegábamos en tren a Avellaneda desde distintos barrios
del conurbano bonaerense.
Eramos parte de una sociedad angustiada y castigada por un
Modelo Económico que fue impuesto por la última dictadura militar a sangre y
fuego. Que continuo cuando recuperamos la Democracia durante la década que
Menem gobernó el país. El Modelo Neoliberal que destruyo la industria y la
producción nacional, que nos endeudo y ato a las recetas del FMI. Que en los
90´ privatizo recursos naturales y estratégicos como el petróleo y los fondos
para los jubilados.
Genero en nuestro país un nivel de pobreza y desocupación
que no se veían desde los años 30´.
Como siempre ha sucedido en nuestra historia, cuando los
tiempos son difíciles de este pueblo también surge la resistencia. Los
trabajadores que ya no tenían fabricas para parar salieron a cortar el tránsito
de las mercancías. Así surgen los primeros piquetes en el sur del país y el
Estado Neoliberal reprimiendo al pueblo. Comenzamos a tener los primeros
muertos por protesta social en democracia: Víctor Choque en Tierra del Fuego,
Teresa Rodríguez en Cutral-Co y Aníbal Verón en Salta.
El método de cortar rutas se propago rápidamente por todo el
país.
Era una herramienta eficaz para aquellos marginados que no
tenían representación gremial ni política y estaban fuera del sistema. Así
surgen en los grandes bolsones de pobreza, los movimientos sociales resistiendo
al Neoliberalismo.
"El Uno a Uno" que todavía cuenta con adherentes nostálgicos
de la cacerola, asfixió al pueblo y termino ahorcando la economía. En el año
2000 se decreto el corralito financiero y robaron el ahorro de los argentinos.
Ya no quedaba nada y esta situación empujo una unidad que duro poco. Sectores
sociales populares y medios el 19 y 20 de Diciembre de 2001 estallaron para
decir basta. Se decreto el default disfrazado de gesto antiimperialista y huye
Rodríguez Saa.
Entra en escena un gobernador socio de Menem en los 90´.
Padrino de una policía bonaerense impune y adicta al gatillo fácil: Duhalde.
Este señor asume la presidencia sin que nadie lo vote. Diciéndole al pueblo que
era "un patriota que venia a salvar al país de la anarquizacion". Prometiendo a
los ahorristas que "el que deposito un dólar recibirá un dólar." Pero en
realidad Duhalde tenía mandato del FMI y sectores monopólicos de la economía
quienes querían salir de la convertibilidad con una fuerte devaluación la
moneda. Destacamos al grupo Clarín que estaba endeudado en pesos a valor dólar
y necesitaba una devaluación urgente. Duhalde también tenia mandato político de
estos sectores: establecer leyes que garantizaran la impunidad de aquellos que
cometieron delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar y
terminar con la protesta social reprimiéndola.
En este contexto se produce "La masacre de
Avellaneda". Por un lado un gobierno empleado del FMI que exigía "mayor
control social" a cambio de un nuevo endeudamiento. Medios de comunicación como
Clarín y La Nación, con extensas editoriales criminalizando a quienes
reclamaban mejores condiciones de vida. Crearon un clima tenebroso y propicio
para que la policía actuara con la brutalidad que lo hizo: disparando balas de
plomo contra manifestantes desarmados dejando un saldo de mas de 33 heridos de
bala y mas de un centenar de detenidos golpeados por las fuerzas de seguridad.
Fue tanta la saña que la represión se extendió como una casería hasta las
inmediaciones de Lanús y a la Ciudad Autonoma de Bs. As. persiguiendo a todos aquellos
que buscaban refugio. La responsabilidad política del ex presidente Duhalde,
que dio la orden de reprimir, es ineludible. Como también es ineludible la
complicidad del diario Clarín que avalo las versiones del gobierno, tratando de
justificar las muertes "producto de la crisis" y de la "actitud violenta de los
manifestantes".
Ya obtuvimos justicia con la condena ejemplar para los
responsables materiales: el ex comisario Fanchiotti, su chofer Acosta y el ex
policía Leiva. Le pedimos al gobernador de la Provincia de Bs. As. que haga lo
pertinente para que Fanchiotti cumpla con su condena como corresponde. Las
responsabilidades políticas serán juzgadas con sus tiempos y formas con el
desarrollo de nuestra historia. Del otro lado estaban "Kosteki y Santillan que
fueron cobardemente fusilados."
Maxi y Dario representan a un sector de jóvenes de una época
de resistencia para los argentinos. Muchos jóvenes que creíamos en otro país,
que teníamos esperanzas y fe en el pueblo. Nos rebelábamos poniéndonos al
frente de los reclamos de los más humildes.
Quienes fuimos protagonistas de aquellas jornadas vemos como
fue cambiando el país en estos 10 años. De un país endeudado y quebrado con un
pueblo castigado por la indigencia, la desocupación. Con jubilados que tenían
un haber mínimo de $ 145 para los que estaban dentro del sistema y con mas de 5
millones por fuera, producto de tantos años sin trabajar. Cuya única salida era
arriesgarse a cortar rutas junto con familias enteras, para obtener un plan
social de $ 150 y un bolsón de alimentos para palear el hambre. Quienes ese
triste día reclamábamos trabajo digno, comida para los más necesitados, aumento
y universalización de planes sociales y el fin de la represión a la protesta
social. Hoy decimos que el ex presidente Néstor Kirchner nos fue sacando de la
resistencia. Con Cristina nos incorporamos a la construcción de un proyecto de
país. Hoy la política y nuestra soberanía nacional conducen a la economía. Hoy
conduce la presidencia y no el ministerio de economía. Hoy la juventud se puede
incorporar a la política para engrandecer nuestra Patria. Hoy tenemos un país
en marcha que hay que seguir cuidando y construyendo. Hoy construimos Soberanía
Política, Independencia Económica y Justicia Social. Hace 10 años cortaban
rutas los marginados que no tenían nada. Hoy cortan rutas aquellos que tienen
grandes ganancias y no quieren pagar impuestos. Antes había cacerolazos para
que devuelvan los ahorros, hoy cacerolean los que quieren comprar dólares.
A 10 años de la Masacre de Avellaneda Dario y Maxi no están
solos. Están en nuestros corazones como eran ellos: jóvenes, solidarios y
alegres. Están en todas las reivindicaciones sociales que recuperamos en estos
años y en las que seguiremos recuperando.
Como sociedad fuimos aprendiendo a decir NUNCA MAS a las
dictaduras militares. En estos tiempos de construcción de un Proyecto de País
Nacional y Popular. Debemos ir aprendiendo a decir:
NUNCA MÁS a los Modelos Liberales que hambrean y reprimen al
pueblo.
NUNCA MÁS a los políticos que abandonan sus ideales cuando
llegan al gobierno.
Juan Cruz Daffunchio
Concejal por el
kirchnerismo en el Municipio de Florencio Varela
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