Su hija le entregó la banda presidencial
Domingo 11 de diciembre de 2011
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó ante la
Asamblea Legislativa que seguirá "trabajando
con todos y por todos sin dejar las convicciones", y
agradeció a todos los argentinos que "creyeron en el proyecto colectivo"
que encabeza para gobernar cuatro años más.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner prestó
juramento en el Congreso ante la Asamblea Legislativa y asumió su segundo
mandato, en una emotiva ceremonia en la que recibió la banda presidencial de su
hija Florencia.
Cristina ingresó a las 12 por la explanada de la avenida
Entre Ríos, tras recorrer por la Avenida de Mayo el trayecto que separa a la
Casa de Gobierno del Congreso Nacional, en medio del saludo de agrupaciones
políticas, sociales y sindicatos, además de público en general que se acercó
espontáneamente a saludar a la Jefa de Estado.
Una vez en el edificio, la presidenta -que lució un vestido
negro con detalles de encaje- fue recibida por dos comisiones de diputados y
senadores de diferentes fuerzas políticas y las autoridades de ambas cámaras.
La presidenta, junto al vicepresidente Amado Boudou,
firmaron los libros de Honor de la Cámara de Diputados y del Senado, tras lo
cual se dirigieron a través del Salón de los Pasos Perdidos al recinto de
sesiones de la Cámara baja.
El primero en prestar juramento fue Boudou, que juró por
"Dios, la Patria, los Santos Evangelios, desempeñar su cargo con lealtad y
patriotismo" el cargo y observar y hacer observar "fielmente" el
cumplimiento de la Constitución.
Luego, la presidenta lo hizo "por Dios, la Patria y los
Santos Evangelios" y, visiblemente emocionada, afirmó que "si así no
lo hiciera, que Dios, la patria y El, me lo demanden", en alusión al ex
presidente Néstor Kirchner, lo cual generó un fuerte aplauso por parte de los
presentes.
Sin embargo, el momento más emotivo de la ceremonia fue
cuando Cristina recibió la banda presidencial de manos de su hija Florencia,
con quien se abrazó fuertemente, tras lo cual la presidenta levantó el bastón
de mando, tallado por el artista Juan Carlos Pallarols.
El discurso, que se extendió por más de una hora y 10
minutos fue aplaudido en más de 60 oportunidades, aunque el tramo más celebrado
por los asistentes fue cuando la presidenta afirmó que no era "la
presidenta de las coorporaciones" sino "la Presidenta de los 40
millones de argentinos".
"Este día falta alguien, quien hace exactamente 8 años
y 5 meses venía a decirle a todos los argentinos que él pertenecía a una
generación diezmada", afirmó la Presidenta, al iniciar su discurso, en
referencia a la figura de Néstor Kirchner.
El mensaje estuvo marcado por la reafirmación del modelo
económico, la política de derechos humanos y las leyes impulsadas por el
gobierno nacional, entre las que mencionó la de Servicios de Comunicación
Audiovisual, la estatización de las AFJP y la de movilidad jubilatoria.
La presidenta dirigió además un especial agradecimiento al
Congreso y a los legisladores que respaldaron la política del gobierno
nacional.
"Como todos se imaginarán, hoy no es un día fácil para esta
Presidenta. Pese a la alegría y contundencia del voto popular, falta algo y
falta alguien, que hace exactamente ochos años y cinco meses, en este mismo
lugar, venía a decirle a todos los argentinos que él pertenecía a una
generación diezmada", recordó.
Luego, Cristina se refirió a la política de derechos
humanos, de la cual dijo enorgullecerse y que la Argentina es "ejemplo en
materia global", y reclamó a la Justicia que continúe avanzando en los juicios
contra represores para que "el próximo presidente que asuma en 2015 no tenga
que volver a pronunciar" ese pedido.
"Estamos en una nueva Argentina, y también en un nuevo mundo
que implica mayores desafíos y mayores decisiones comprometidas con los
intereses de nuestra sociedad", prosiguió la Presidenta en alusión a la crisis
financiera global, y remarcó que la Argentina "ha dado un salto fenomenal" desde 2003.
En ese sentido, enumeró la mejora en los indicadores
económicos y sociales en los últimos ocho años, y los programas sociales como
la Asignación Universal por Hijo, pero remarcó: "Mientras
haya un solo pobre, no estará
implementado el proyecto nacional y popular".
La Presidenta calificó a la "acumulación de reservas como otro de los puntales del modelo" y dijo que tuvo "también que soportar cinco corridas cambiarias que las corporaciones
hicieron pensando que este gobierno iba a ceder".
"Que se den por notificados, yo no
soy la presidenta de las corporaciones, soy la presidenta de los 40 millones de
argentinos", enfatizó,
seguida de la mayor ovación de la ceremonia de parte del
auditorio.
Cristina explicó que si se sumara "lo
pagado en materia de deuda y los casi 16 mil millones de dólares (cedidos en la corrida cambiaria), hoy el Banco Central
tendría U$S 88 mil millones".
"Por eso le pido a todos los
sectores, que no escupamos al cielo, porque no es buen método y nunca nos ha
dado resultado.
Recordemos que pequeños empresarios se convirtieron en
medianos y los grandes se cansaron de ganar dinero. No me quejo de los que
ganan dinero, les pido la contribución sensata e inteligente, ni siquiera
patriótica, de seguir colaborando con un modelo virtuoso", añadió.
Además, Cristina llamó a no guiarse por "la cantidad sino la calidad" de
las leyes aprobadas, y dijo que el Congreso en sus primeros cuatro años de gobierno fue el que menos leyes aprobó pero "con que sean estas tres bastaba: ley de Servicios de
Comunicación Audiovisuales, la de recuperación de las AFJP y la de movilidad jubilatoria".
La Presidenta esbozó objetivos de su próxima gestión y dijo
que mejorar la competitividad será "el gran
desafío" de los próximos
cuatros años, para lo cual creará una subsecretaría que
trabaje en el tema, y también abogó por "mayor calidad educativa y
capacitación por parte de los docentes".
Al culminar, agradeció a sus "compañeros y compañeras que no
defeccionaron en los momentos más difíciles" y
concluyó: "En
honor a los 40 millones, en honor a los compañeros
o que ya no están, y a nuestra propia historia,
yo les prometo que no vamos a dejar las convicciones y vamos a seguir
trabajando con todos, por todos, por una Argentina más justa, más equitativa y
más solidaria".
Luego Cristina se retiró rumbo a la Casa Rosada, donde
recibía a las delegaciones extranjeras y le tomaba juramento de rigor a los
ministros.