Por
Pascual Hernández del Moral.
lunes 22 de septiembre de 2014, 10:10h
En mi pueblo se aplicaba a los bobos
recalcitrantes eso de que "cuando un tonto coge una linde; la linde se acaba,
pero el tonto sigue". Lo digo a propósito de lo que continúan repitiendo los
independentistas catalanes, que siguen a la suya; ayer aprobaron con una gran
mayoría la Ley de Consultas. Con ella pretenden que la convocatoria para el
referéndum del 9 de noviembre está legalmente avalada, olvidando el Título
Preliminar, el artículo 1.2, y el 92 de la Constitución del 78, y el 161 del
reglamento del Congreso. En ellos queda
claro en quién reside la soberanía, y quién y cómo debe convocar las consultas
populares.
Los independentistas catalanes se fundamentan
en la falacia de que la soberanía de Cataluña reside en el pueblo catalán, y
que, en consecuencia, Cataluña puede dotarse de unas competencias que la
Constitución RESERVA A TODO EL PUEBLO ESPAÑOL, catalanes incluidos, pero
también, murcianos, asturianos, castellanos viejos, hasta arjoneros y
porcunenses. No se puede, pues, en decisiones de especial transcendencia,
fragmentar la soberanía. ¿Qué es lo que no entienden?
Independientemente de lo que pudiera salir en
esa hipotética "consulta", es que no se puede hacer porque FALTA RESPALDO
LEGAL, y la autoridad que convoque el referéndum saltándose la ley, por lo
menos está prevaricando. Conlleva este delito una sanción administrativa
(inhabilitación para el cargo) y una sanción penal de hasta cinco años. O sea,
que Arturo Mas puede acabar en la cárcel, o, por lo menos, inhabilitado para el
ejercicio de ninguna función pública.
Algunos catalanes acaban creyéndose las
mentiras de los independentistas; y eso sólo puede incrementar su frustración.
Ya se ha desmontado documentadamente que el "Espayna ens roba" y las
manipulaciones de la historia que se han difundido desde las aulas, a las dos
últimas generaciones. Cuando se habla explícitamente de las falacias en que
fundamentan sus reivindicaciones se nos dice que "están fabricando
independentistas", y que eso no conviene. Y yo me pregunto: cuando ellos
argumentan sus falacias contra España y el resto de los españoles, ¿están
haciendo amigos, o están creando repulsión hacia Cataluña? A lo peor, es eso lo
que buscan.
Estamos asistiendo a las valoraciones que se están
haciendo del referéndum de Escocia. Y es curioso: hace unos días, cuando
esperaban que los escoceses dijeran SI equiparaban la situación de Cataluña con
Escocia, esperando que el resultado del referéndum respaldara la opción
separatista de Mas. Y se olvidaban de dos cosas esenciales: una, que Escocia
históricamente era un reino independiente, que se unió VOLUNTARIAMENTE al reino
unido de la Gran Bretaña hace trescientos años; y otra, que NO HAY NINGUNA
DISPOSICIÓN legal en el Reino Unido que le haya quitado a Escocia su soberanía.
Cataluña (que nunca fue reino), siempre, desde la aparición de las monarquías
nacionales, formaba parte de Aragón (que sí era reino), y se integró con
Castilla para formar "las Españas". Por tanto, históricamente, ¿de qué
soberanía hablan los Mas, Puig, Homs, Mas-Colell y demás? Ahora, tras el NO de
Escocia, siguen en la suya, diciendo que el resultado no les hace perder sus
expectativas.
Una cosa me ha admirado de los escoceses: los
partidarios de una y otra opción han podido exponer sus razones con bastante
respeto entre ellos. No se ha deteriorado excesivamente la convivencia, fuera
cual fuera la opción que respaldaran. ¡Igual que en Cataluña! Si a alguien se
le ocurre sustentar una idea contraria a la convocatoria, lo más leve de que te
acusan es de fascista sin más, o le "fusilan" los trabucaires, o le invitan con
más o menos elegancia a abandonar Cataluña,
como si oponerse al referéndum quitara a ciertos catalanes su derecho a
serlo.
Se es demócrata respetando las leyes, no
proponiendo la desobediencia. La Constitución no es intocable: tiene en sí el
mecanismo del cambio. Yo respaldaría las modificaciones que permitieran a
Cataluña o a cualquier otra Comunidad la independencia.
A pesar
de Wifredo el Velloso, Cataluña hoy es España, mal que les pese a los independentistas.
Ellos, sin embargo, siguen aunque la linde se acabe.