Hoy Silvio Berlusconi puede sonreír porque, tras la agresión sufrida en Milán, ha salido reforzado y ha aumentado su popularidad.Su figura sale casi a los altares. El periódico de la familia, Il Giornale, lo ha "coronado": El célebre humorista Forattini publica una viñeta en la que aparece sobre la cabeza de un sonriente Berlusconi, que hace el signo de la victoria, la estatuilla de la catedral de Milán, la misma reproducción que le había lanzado Tartaglia.
Por otra parte, su hijo, Pier Silvio, revela al Corriere della Sera que se entrevistó en La Moncloa con Zapatero, quien se mostró "muy abierto a nuestra inversión en España".