El candidato demócrata aprovechó el espacio que compró en televisión en horario de máxima audiencia, por el que pagó cuatro millones de dólares, para hacer un repaso a sus principales propuestas electorales en materia de sanidad, educación y creación de puestos de trabajo, para lo cual se sirvió de las historias de cinco familias estadounidenses que están sufriendo los efectos de la crisis.
En la primera parte de su mensaje se comprometió a rebajar los impuestos, aumentar los créditos y a poner en marcha un "plan de rescate de la clase media trabajadora", a semejanza del aprobado hace unas semanas por 700.000 millones de dólares para hacer frente a la crisis económica y financiera en Wall Street, que se ha extendido a todo el país y que ha contagiado al resto del mundo.
Coincidencias o no, cuatro de los cinco casos presentados por el senador son de familias que viven en estados en los que a día de hoy, según todas las encuestas, ninguno de los candidatos tiene ganada la batalla y que el próximo 4 de noviembre podrían tener la llave de acceso a la Casa Blanca para Obama o para su rival demócrata, el senador John McCain.
Obama también puso encima de la mesa el problema de muchos estadounidenses para cobrar sus pensiones, para tener acceso a servicios sanitarios -se calcula que unos 45 millones de personas no tienen cobertura sanitaria en el país_ o para pagar sus estudios universitarios, esto último en un mensaje directo a los jóvenes que votarán por primera vez en estas elecciones.