El próximo 15 de noviembre, Torrelodones será el escenario de un evento singular que rendirá homenaje a la historia y la cultura automovilística. La Ruta Imperial de Coches Clásicos se llevará a cabo, siguiendo el itinerario que utilizaba Felipe II en sus desplazamientos hacia el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
Este evento, organizado por la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento, comenzará en el Centro Comercial Espacio Torrelodones. Desde las 10:00 hasta las 11:00 h, los asistentes podrán disfrutar de una exposición estática de vehículos clásicos. A partir de las 11:00 h, los coches iniciarán su recorrido hacia la sierra, atravesando localidades como Torrelodones, Collado Villalba, Alpedrete, Guadarrama y San Lorenzo de El Escorial. Esta última parada se extenderá durante aproximadamente 30 a 45 minutos.
Aventura sobre ruedas y patrimonio cultural
La ruta continuará hacia El Escorial y Galapagar, con un regreso previsto a Torrelodones entre las 14:30 y las 15:00 horas. Al volver, tanto vecinos como visitantes tendrán la oportunidad de asistir a una segunda exposición estática en el aparcamiento exterior del Centro Comercial Espacio Torrelodones, abierta al público desde las 15:00 hasta las 17:00 h.
La Ruta Imperial, que toma su nombre del histórico camino utilizado por Felipe II en el siglo XVI para viajar desde Madrid al monasterio, revive un legado que incluye ventas y posadas que servían a viajeros y cortesanos. Este recorrido no solo es un homenaje a los coches clásicos, sino también una celebración del patrimonio cultural local.
Caminos históricos y conexiones con el pasado
No obstante, existe documentación histórica que menciona un segundo camino más directo utilizado por el monarca. Este trayecto partía igualmente de Torrelodones y cruzaba Galapagar, facilitado por obras de ingeniería que mejoraron calzadas y puentes antes de la finalización del monasterio.
Así, la Ruta Imperial de Coches Clásicos busca recuperar ese espíritu histórico. La ida seguirá el trazado tradicional hacia la sierra —incluyendo paradas en Torrelodones, Villalba, Alpedrete y Guadarrama— mientras que el regreso evocará el eje histórico entre Torrelodones y Galapagar. Este recorrido no solo recuerda la importancia estratégica de Torrelodones en aquella época, sino que también ofrece una experiencia única para los amantes del motor y la historia.
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