Zapatero, que se encuentra en la cumbre entre UE y México en Comillas (Cantabria), lanzó un mensaje de calma en torno a la congelación de las pensiones para 2011, uno de los ya famosos recortes de su 'tijeretazo' al gasto público y, por extensión, al déficit. Reconoció que son medidas “difíciles y duras” que tendrán un coste electoral para él y el PSOE, pero antepuso el futuro de España a su devenir político y personal. "La responsabilidad de cualquier presidente del Gobierno es pensar en el futuro de su país más que en cualquier otro futuro político o personal", señaló.
Y, como decimos, dedicó especial atención al rechazo social causado por el anuncio de la congelación de las pensiones. Aseguró que, a pesar de la congelación, los pensionistas no verán subir sus prestaciones en 2010, mantendrán su poder adquisitivo en esta legislatura. Para demostrarlo argumentó que en 2009 las pensiones tuvieron una subida del 2%, mientras que la inflación sólo aumentó el 0,8%. Según explicó también se revalorizarán este año, lo que compensará que queden congeladas en 2011. Además recordó que las pensiones mínimas, que perciben 3,2 millones de personas, aumentarán, como ya lo han hecho en un 25% desde 2005.
Pérdida de confianza
Son encuestas que llegan desde medios críticos con el Gobierno, pero no por ello pierden valor. Según la encuesta realizada por el instituto NC Report para el diario
La Razón, los españoles reclaman un cambio de gobierno inmediato y ni siquiera los votantes socialistas confían en Zapatero para sacar al país de la crisis.
La mayoría de los ciudadanos, el 59%, cree que el ajuste propuesto por Zapatero refuerza electoralmente a Rajoy como alternativa de Gobierno, mientras que tan sólo el 27,1% piensa lo contrario. Entre los votantes socialistas, el 51,2% admite que el PP está más cerca de La Moncloa.
Problemas internos
Es la otra pata de este asunto: además de la pérdida de popularidad, estaría la pérdida de credibilidad de Zapatero en su partido. Según
ABC, la alarma ha saltado en la sede del PSOE ante la posibilidad de perder algunos de los feudos autonómicos como Castilla-La Mancha o Andalucía. El citado diario dice que “mientras el presidente Zapatero sigue en caída libre en todas las encuestas y su valoración se derrumba a pasos agigantados, el PSOE navega a la deriva en media España y afronta las próximas elecciones autonómicas inmersas en graves crisis internas y candidatos o aspirantes a serlo cuestionados muchas veces desde su propio partido y sometidos a luchas internas”.
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