En la esquina montevideana: ¡Dale, poné cuarta!

La barra del “Rover” le está dando a la cerveza para celebrar que dentro de unos días se borran para la playa a disfrutar de la licencia. Se acercarán a la orilla marina para cargarse de energía en año electoral. Saben que las fuerzas coimeras tratarán de tapar la luz frenteamplista que lleva 16 años de irradiación continuada de bienestar para toda la ciudadanía.

• Claudio: Bueno, botijas, llegó la licencia. Me voy con la patrona para Parque del Plata. Ustedes saben que yo en la arena estoy poco, así que espero llenar la canasta de roncaderas para la cena. Me encanta la grasita que sueltan cuando las hacés en la sartén. Me propongo conseguir que tres conocidos de hace años que laburan en instalaciones eléctricas se pasen al Frente Amplio para no tener que electrocutarse si el Partido Basura Nacional gana las próximas elecciones presidenciales.

• Gildo: En febrero andaré por Piriápolis. Soy afortunado al tener unos consuegros que me invitan al flor de chalé que tienen subiendo para el cerro de San Antonio. Los sábados, con la guita que ahorro del alquiler, me encargo de preparar una buena parrillada con asado, chorizos y morcillas para una docena de personas. Mi intención es que si no puedo sumar votos (nunca fui un activo militante) por lo menos que no haya deserciones por parte de gente que anda jodiendo con la boludez de que pagamos muchos impuestos.

• Flaco: Este año en el que quizás me retire, a lo mejor después de las elecciones dejo a mi querida AFE, iré a Neptunia solamente los fines de semana. Quiero colaborar en la gran obra del “Ferrocarril Central” para ponerle un broche de oro a mis 40 años al lado de las vías. Con respecto a las próximas elecciones es necesario no confiarse. Tenemos que comentar en donde sea que no hay futuro si nos dejamos envenenar por el trío tóxico del PartidoBlancoloradoSingente. Lo más útil es recomendar: ¡Poné cuarta!

• Don José: Los viudos extrañamos a nuestra compañera de toda la vida. Me entristezco cuando llegan fechas concretas en que me duele más la ausencia. Tengo un par de balnearios a los que puedo ir sin tener que alquilar pero estoy mejor en el barrio en compañía de mi “Abuelita” que me ayuda a llevar la nostalgia. Aunque ando bien de salud es probable que sea mi última votación. Son muchos los años vividos. Me esforzaré para argumentar sin calentarme (va a ser difícil) que lo inteligente es seguir teniendo unos buenos servicios públicos. Si no defendemos lo conseguido en estos 16 años de eficaz gestión gubernamental está cantado que la miseria volverá a inundar el país.

• Claudio: Es cierto que nosotros estamos bien y que nuestros vecinos están mal pero algo que antes te daba votos (la mejora del bienestar general) ahora parece que te los saca. Me explico. Antes no tenías a los medios masivos de comunicación con el detergente diario para convencerte de que el peligro está en el bichicome que quiere tener unos championes iguales a los tuyos. Quiero decir que algo no funciona dentro del cerebro de aquellos ciudadanos que votan para desmejorar su calidad de vida. Acá te bombardean con que es el país más caro del mundo y muchos se lo tragan. Se olvidan de que en su casa tienen tres televisores de última tecnología y dos equipos informáticos con impresora a color.

• Gildo: Es aceptable que haya críticas al “Frente Amplio” por atrasos pero es inaceptable que se vote para autorizar que te corten los huevos. ¿Me entendés lo que quiero decir? Lo de Brasil es asqueroso. El voto del “indignudo” (dícese que aquel individuo que ante una misma situación, antes se indignaba y ahora se hace el boludo) hizo presidente a Macri y a Bolsonaro. ¡Ojo! No podemos obviar que la mafia mediática influye decisivamente en la creación de monstruos irreflexivos que atacan con dureza a Raulito por no justificar el gasto de 500 pesos pero disculpan a los alegres empresarios abigeos de la “Sociedad Coimera de Olaso, Umpiérrez, Berrutti y Asociados” por afanarse ganado vacuno por un monto cercano al millón de dólares. Lo más terrorífico de estos degenerados es su desesperación. Quieren poner de presidente al hijo del vaciador del “Banco con Azúcar” para que elimine el salario mínimo del peón rural. Consideran es suficiente el entregarle un paquete de galletas de campaña y dejarle un rinconcito para dormir.
• Flaco: Es sorprendente lo poco que se progresa en algunos aspectos de la vida diaria. A pesar de la tecnología o por mal uso de ella llegamos a comprobar que millones de ciudadanos en todo el mundo votan para perder derechos. Muchos votantes masculinos autorizarán en las urnas el capado de sus órganos genitales, siempre que a ellos se le quite solamente un testículo mientras a los negritos del Barrio Borro le sacan los dos. ¿Estoy exagerando? Creo que el triunfo de Bolsonaro me da la razón. El más pobre lo votó porque está aumentando mucho la inseguridad en el Brasil. Es evidente que este votante no tiene nada que atraiga a los ladrones. El veneno del inmoral Macedo los transforma en odiadores de todos los que están en inferior posición social. Tienen que buscar a un Bolsonaro que los defienda de unos vecinos que alaban a un trabajador metalúrgico que los dignificó al incluirlos dentro de los nuevos destinatarios de derechos sociales. Acá el merengue opositor busca lo mismo que Bolsonaro pero sin hablar de religión. Nosotros, el domingo, preferimos ir al “Campeón del Siglo” o a la feira de Tristán Narvaja antes que escuchar los gritos de un “Gran Caracagada” de la secta Dastugue pidiendo guita para la canastita que circula entre los asistentes.

• Don José: En mis tiempos el batllismo ganaba elección tras elección porque era el sector más progresista. Ahora para algunos alcanza con que les ofrezcas cagar a palos al hincha de Nacional o al que considera a las mujeres como iguales a los hombres. Me horroriza que haya tanto ignorante suelto. Es peligroso porque enseguida se agarra a la picana del torturador. Parece como si la envidia fuese el alimento electoral preferido de unos candidatos que juntan votos con un programa de menos salario y menos derechos para los trabajadores. Creo que en nuestro país hay gente que se alegra de que el Banco República haya ganado 440 millones de dólares en el pasado año. Creo hay quien se alegra de que el Fondo Raúl Sendic creado por el gran Pepe haya apoyado económicamente a 1607 proyectos en el 2018. Creo hay quien aplaude que nuestro país sea líder sudamericano en la cura del cáncer infantil. Creo son muchos los que festejan el éxito de bajar, en una década, la pobreza en el medio rural del 16% al 2%. Los goles del Frente Amplio son muchos. El problema surge cuando te hacen creer que fueron goles en contra. Entonces, si te desanimás, es seguro que te infectan con las mentiras que propalan para que te conviertas en esclavo de la insensatez insolidaria. El buen frenteamplista debe promover la reflexión mediante preguntas que le abran los ojos a la gente. ¿Quién no defiende el laicismo en la enseñanza pública? ¿Qué tienen que esconder los que se oponen a la regulación del financiamiento de los partidos políticos? ¿Cuál es el candidato que propone manejar en pedo el auto? Tenemos un desafío que ganaremos si somos capaces de pelear con verdades ya que en palabras de Ortega Salinas: La batalla en 2019 será entre progreso y retroceso, entre memoria y restauración conservadora, entre manija y realidad, entre pueblo y oligarquía.

- Manuel Suárez Suárez -