red.diariocritico.com
Los últimos ñoquis del año

Los últimos ñoquis del año

Por Manuel Suárez Suárez
sábado 29 de diciembre de 2018, 10:48h

Doña Macrigaita desciende de emigrantes gallegos. Es una buena católica que todas las semanas va a la parroquia de Santa Rosa de Lima para rezar por el futuro del Centro Gallego de Buenos Aires. Su fe no le impide sumarse a tradiciones como la de comer ñoquis cada día 29. Está convencida de que los ñoquis no tienen relación con ninguna brujería. Es evidente que siendo un alimento que sale del trigo están bendecidos por Jesucristo. No quiere terminar el año sin acercarse al Centro Gallego para darle ánimos al gran laburador Moyanito que está de interventor. Hay quien lo critica por echar gente y cerrar servicios asistenciales. Es gente que desconoce la cantidad de porquería peronista que había en el hospital. El eficaz interventor echó a los vagos que no laburaban y puso candados para evitar que se roben camas para vender en la feria de la Salada. Aquí va en exclusiva la transcripción de la grabación realizada el sábado 29 en la esquina de Belgrano y Pasco.

Moyanito: Pero, doña, no tenía que molestarse y venir hasta acá, cargada con la olla de ñoquis. Se lo agradezco de corazón. Llevo demasiado tiempo sin una muestra de cariño. Estoy cansado de las puteadas de los afiliados al “Sindicato de la Salud” que aunque son pocos, arman mucho barullo. Hoy es sábado y como nadie sabe que vine, podemos morfar tranquilos estos flor de ñoquis caseros.

Doña Macrigaita: Vos sabés que no es molestia porque te merecés que una vieja socia tenga un detalle para quien suda la camiseta en representación de los socios. Te quiero animar para que no aflojés delante de la incomprensión que puede mellar tu sentido del deber. Ahora no podés irte ya que sería una cobardía por tu parte y vos sos un valiente defensor de la desigualdad macrista.

Moyanito: Aunque me veas fuerte, la verdad es que estoy bastante debilitado. Es doloroso ver que te rompés el lomo para cerrar el hospital y nadie te lo agradece. Dicen que soy un rematador, un “martillero” y es mentira. No vendo porque nunca encontré un comprador fiable. Solamente conocí a jodedores que buscaban hacer negocio sin que yo me llevase mi tajadita. ¿Me entendés?

Doña Macrigaita: Entiendo que no es fácil sacarse el calvo de encima y más cuando en el INAES te presionan para dejar de meter guita en una mutualista que está en la lona. A lo mejor le erraste en buscar afuera lo que tenías dentro. Los de “Ribera Salud” son cagadores conocidos que desprecian a los argentinos, en mi opinión.

Moyanito: Es cierto que metí la pata con los de “Ribera” pero lo hice de buena fe al confiar en el jubilado Burgueñito que de hospitales privados sabe mucho. La cosa no salió porque mis jefes querían casi toda la torta para ellos. Yo estaba dispuesto a firmar sin llevarme un mango. Mi obligación es mantener con vida esta centenaria institución.

Doña Macrigaita: Al hablarte de “dentro” me estoy refiriendo a los ex directivos que profesan el credo macrista. Tenías que unirlos para salvar nuestra atención médica con entrega de medicamentos gratuitos a los socios más antiguos. Ahí te hubieras consagrado pero fuiste hablar con los más hipócritas que te salieron ranas.

Moyanito: Al final los peores fueron los ex directivos que dejaron solo a Vello, el último presidente electo. Me quisieron usar. Son unos infelices que le gusta subirse a la tarima para hacerse los acongojados. Me avivé y los tengo bailando a mi ritmo y los muevo como marionetas. Bien...dejemos el chamuye...se enfrían los ñoquis. ¡Vamos a darle con todo para despedir el año!

Manuel Suárez Suárez

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (3)    No(0)

+
1 comentarios