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Condenan a un policía local de Miranda de Ebro (Burgos) al pago de 170.000 euros por la muerte de Ángel Neptalí

Por Redacción/Agencias
viernes 27 de febrero de 2015, 15:27h
La Audiencia Provincial de Burgos ha condenado al policía local de Miranda de Ebro, José María Abanades, al pago de una indemnización de 170.000 euros por la muerte en 2011 de Ángel Neptalí.   

La sentencia considera al agente de Policía autor criminalmente responsable de una falta de imprudencia con resultado de muerte y dicta una pena de dos meses de multa, con una cuota diaria de diez euros, y una indemnización de 170.000 euros,  60.000 euros  para la viuda del fallecido y  22.000 euros a cada uno de sus cinco hijos.   

Para percibir dichas indemnizaciones, a las que se devengarán los intereses legales previstos en la legislación, los perjudicados o sus representantes deberán acreditar fehacientemente la relación de parentesco.   

La Audiencia Provincial de Burgos ha declarado, además, la responsabilidad civil subsidiaria del Ayuntamiento de Miranda de Ebro y ha condenado a otro policía local de la localidad, Víctor Hugo Juárez, como autor criminalmente responsable de una falta de lesiones y otra de coacciones.   

Este agente policial deberá pagar una multa de diez euros diarios durante un mes por la falta de lesiones, otra del mismo importe durante 20 días en concepto de responsabilidad personal.   

La sentencia no es firme y contra ella cabe recurso de casación ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que deberá ser preparado ante dicho tribunal en el plazo de los cinco días siguientes a la de la última notificación.   

Los hechos se remontan a la madrugada del 5 de junio de 2011, cuando en la zona de las campas de Miranda de Ebro se registraba una trifulca entre un grupo de ciudadanos ecuatorianos, entre los que se encontraba Ángel Neptalí, y agentes de la Policía Local.   

Tras los hechos, Neptalí ingresaba en el hospital de la localidad por una intoxicación etílica pero fallecía horas después a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico derivado de los golpes en la pelea anterior.   

La Fiscalía solicitaba una pena de cuatro años de prisión para uno de los agentes y dos para su compañero, así como una indemnización de 400.000 euros para la familia de la víctima.
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