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Soto reconoce que Caja Segovia ha sido 'rehén' de Bankia y señala que el plan de prejubilaciones era 'legal y riguroso'
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Soto reconoce que Caja Segovia ha sido "rehén" de Bankia y señala que el plan de prejubilaciones era "legal y riguroso"

jueves 07 de junio de 2018, 15:55h
El expresidente de Caja Segovia, Atilano Soto Rábanos, ha reconocido que la entidad ha sido "rehén" de Bankia en el asunto sobre la hipoteca del Torreón de Lozoya, al tiempo que ha calificado de "legal, serio, riguroso y comprometido" el plan de prejubilaciones por el que altos directivos llegaron a cobrar cerca de 18 millones y por el que el Juzgado número 2 de Segovia emitió a principios de año un auto para la apertura de juicio oral.

Así lo ha señalado durante su comparecencia en la Comisión de Investigación sobre la actuación, gestión y supervisión de las Cajas de Ahorro donde ha defendido que, durante su vinculación con la entidad, la Caja marchó "muy bien", con resultados "positivos" en todos sus ejercicios, antes, durante y después "del famoso de 2006" con un "halo ejemplar" de "transparencia", "gracias un trabajo intenso y talentoso" de directivos y empleados y "sin recibir de esta casa" dinero alguno para "proyectos empresariales, financieros y sociales".

La hipoteca del Torreón de Lozoya, las prejubilaciones, los viajes de "formación" y su integración en el SIP (Sistema Institucional de Protección) de BFA-Bankia, han sido los temas a los que ha tenido que dar respuesta, durante más de hora y media, el que fuera presidente entre 1997 y 2012 de la entidad, con un cargo "con carácter no ejecutivo, honorífico, gratuito y representativo".

Soto Rábanos ha calificado como "muy valioso", un programa "ejemplar, leal y riguroso", y enmarcado en el Plan Estratégico 2006-2010, las prejubilaciones de los directivos de la entidad, ideado para evitar que los responsables "talentosos" que habían dirigido la caja se pudieran marchar de ella.

El expresidente de la entidad, que está inmerso en un proceso judicial con otros cinco exdirectivos de la entidad por autoconcederse prejubilaciones por 17 millones de euros, ha insistido en defender la "legalidad y transparencia" de un plan avalado por la Comisión de Control y que recibió el visto bueno del Banco de España, la CNMV y la Junta. "No hay nada que ocultar, ni nada que apropiarse por parte de los consejeros, ni los directivos", ha reiterado a preguntas de los procuradores, para aclarar también que el precio económico de las prejubilaciones era análogo al del resto de empleados y otras entidades del mundo empresarial, un 74,7 por ciento del salario.

Torreón de Lozoya

Sobre la hipoteca del Torreón de Lozoya --también en vía judicial después de que el Tribunal Supremo admitiera a trámite el pasado 29 de mayo el recurso interpuesto por Izquierda Unida-- Soto Rábanos ha lamentado que Caja Segovia fuera "rehén" de Bankia a la que solicitaron el crédito y lo ha calificado de "mal menor" para hacer frente a la operación con la empresa Navicoas, porque "el mayor era asumir una deuda de 65 millones".

"No había más salida, era el mal menor", ha comentado, para señalar a continuación que no querían llegar a la "pérdida del patrimonio" y que al final el problema se ha solucionado "de manera amistosa".

También ha abordado los viajes del Consejo de Administración a diferentes partes del mundo y que para Soto Rábanos no eran más que "cursos de formación", en lugares "apacibles" y de manera "familiar" y siempre acompañados de algún "profesional". En este sentido, ha asegurado que eran reuniones muy similares a las que se hacían en otras entidades o empresas.

También ha reiterado durante su comparecencia que Caja Segovia tuvo buenos resultados siempre, hasta incluso en 2008, cuando los demás estaban sufriendo los efectos de la burbuja inmobiliaria. "La caja no tenía problemas grandes", y ha recordado que fue le Banco de España quien les "empujó de forma intensa" a entrar en el SIP en 2010, con Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja.

Por último, ha reconocido la "voluntad" de participar en una caja única de Castilla y León, algo que habría sido muy "positivo", si bien se refirió a la "endogamia" como principal problema para llevarla a cabo. "Habría sido poner todos los huevos en la misma cesta", ha resumido.

Sin función fiscalizadora

Por su parte, el expresidente, desde 2003 a 2007, de la Comisión de Control de Caja Duero, Jesús Encabo, ha incidido en que su organismo no tenía ningún tipo de función "fiscalizadora", al tiempo que reconoce un clima de "respeto y confianza" y "plena cooperación" con el Consejo de Administración.

Durante su intervención, Encabo ha subrayado que el órgano que él dirigía no podía "marcarse competencias" que no estuvieran reguladas por la ley, para aclarar, además, que no se trataba de "un Consejo de Administración paralelo". "Ahora podemos debatir si era eficaz o no, pero las competencias estaban marcadas por la normativa", ha insistido.

El actual presidente del Consejo de Cuentas, que también ha comparecido ante la Comisión de investigación de las cajas en las Cortes, ha señalado que "los auténticos supervisores no estaban en el seno de la caja sino fuera" para recalcar que durante su etapa "no hubo ningún asunto alarmante o relevante". "En todo momento entendí que cumplimos con nuestra obligación, y las decisiones que se adoptaron en el seno de Caja Duero fueron con criterios profesionales", ha recalcado.

En su alocución también se ha referido a activos mobiliarios y financieros adquiridos por Caja Duero durante su mandato como la compra de acciones en Airnostrum, su participación en la Ciudad Deportiva del Valencia, y edificios como el Teatro Lope de Vega, la Casa de María la Brava y el edificio de Valencia. En todas estas adquisiciones la Comisión no vio "ninguna anormalidad", ha admitido, al tiempo que ha asegurado "desconocer" la condonación de créditos de cerca de tres millones de euros por la que ha sido preguntado durante su comparecencia.

El expresidente de la Comisión de Control ha insistido también en que a la hora de realizar un análisis de lo que ha sucedido con las cajas, "no hay que perder la perspectiva". "Cuando salí de Caja Duero ni el más avezado podía aventurar una crisis como esta", ha señalado para recordar que tanto las calificaciones de la entidad como las auditorías eran todas "muy favorables".

También ha ahondado en la "vinculación territorial" de estas entidades y considera que su objetivo se cumplía ya que favorecían el "desarrollo económico de la tierra" y "revertían" a la sociedad sus beneficios a través de la Obra Social.

Por último, Encabo no considera que hubiera "falta de profesionalidad" en los integrantes del Consejo de Administración y se ha remitido a que la composición de estos órganos estaba, en su mayoría, repartida entre impositores y empleados, que alcanzaba el "53 por ciento" del mismo.
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