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El Museo Argentino del Títere ya tiene su libro
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El Museo Argentino del Títere ya tiene su libro

Una historia imperdible

Por Eduardo Fleming
jueves 16 de noviembre de 2017, 16:44h

El Museo Argentino del Títere ya cuenta con su libro para poder mostrarle al mundo su riquísima historia en donde nos encontraremos con la creatividad y lucha de las legendarias Mane Bernardo y Sarah Bianchi, que con su empeño lograron crear esa institución. Mariana Vicat de Blanco, editora de la publicación, nos cuenta sobre el contenido de la misma.

Para poder realizar el libro, realmente con una edición y calidad para coleccionar, desde el Museo del Títere habían conseguido un mecenazgo que se estaba por caer. Antes que esto ocurriera apareció en su camino la escritora e historiadora Mariana Vicat de Blanco, que pudo conseguir el mecenas, y tras pedir una prórroga pudieron editar la publicación, que tuvo fue escrita por grandes referentes en el tema como lo son el Arquitecto Julio Alberto Cacciatore, el especialista en patrimonio César Andrés de Masi y del actual Actual presidente de la Fundación Mane Bernardo-Sarah Bianchi Museo Argentino del Títere Antonio Eduardo Depiano.

Vicat de Blanco, en diálogo con Diario Crítico de Argentina expresó su “emoción en particular, porque es la historia de dos grandes titiriteras, Mane Bernardo y Sarah Bianchi”, que “donaron toda su obra para formar el Museo Argentino del Títere y ese edificio que está en Piedras y Estados Unidos que es una maravilla está ya pidiendo a gritos un poquito de ayuda y con este libro lo que hacemos es darle visibilidad para que los argentinos entiendan que ese es un patrimonio que no se puede perder”.

DCDA:- Te referías recién a las ayudas que necesita el museo, y para los que no la conocen es clave saber la historia sobre cómo llega el Museo a tener sus propias instalaciones, ¿cómo fue eso?

MV:- Ese edificio de Piedras y Estados Unidos era la casa paterna de Mane Bernardo, que después ella donó para que estuvieran los títeres, que continúan hoy en día, se pueden visitar y además se brindan funciones de títeres para las escuelas hace mucho tiempo, ya desde que vivían ellas.

DCDA:- En tiempos que se habla tanto de la igualdad de género, tiene aún doble valor el hecho que dos mujeres y hace tantas décadas hayan emprendido esta iniciativa

MV: Ellas siendo dos mujeres en la década del 40, otra historia en Buenos Aires y en la Argentina ellas primero hicieron como era en la época una muestra itinerante, como lo hacía Javier Villafañe que iba con su carreta o como López Ocón que iba con su trotamundos, los titiriteros se movían como en la antigua edad media que andaban con sus carromatos por los pueblos y las aldeas. Ellas armaron ese teatro que se llamaba teatro libre, tuvieron algunos inconvenientes porque llegó un momento que los gobiernos se ponían tan restrictivos y censuraban tanto que le quitaron el nombre libre que era el nombre del grupo de teatro de ellas, pero se pusieron rebeldes porque no podían concebir que la palabra libre sea cuestionada. Además ellos hicieron una puesta en escena de la famosa obra “El traje del rey”, que es un cuento infantil que todos conocemos, y también habían tenido problemas. Era una época bastante brava para dos mujeres solas que arremetieron con todo y cuando las asfixiaban artísticamente decidieron irse, recorrieron el mundo, anduvieron por todos lados, y da cada lugar que pasaron traían un títere y así se fue haciendo todo el patrimonio del Museo Argentino del Títere.

DCDA:- Por lo que contás existe un valor cultural realmente invalorable

MV:- Claro que sí, porque hay títeres de todas las naciones, y además que cada cultura tiene un títere en especial, no son todos los títeres iguales, los chinos no son los mismos que los indios, o que los italianos o los franceses, cada uno tuvo su maestro titiritero, y quien le dio nombre, los polichinelas, los guiñoles, los bunraku que eran japoneses, cada cultura le dio vida a un títere y todos juntos son un patrimonio increíble, y ese patrimonio está en el museo.

DCDA:- Al referirnos al mundo de los títeres muchas veces hablamos de magia, ¿cómo toman los titiriteros qué uno sienta de esa manera su labor?

MV:- Un titiritero amigo me dijo no hablemos de magia, porque la magia no existe, la magia es un trabajo del mago, nosotros somos trabajadores de los títeres, el tema es que se trabaja con el alter ego, y ahí es lo maravilloso y lo que se percibe mágico, ya que si el títere está sobre la mesa no es nada, pero sí tiene la mano del titiritero y lo mueve ya se convierte en un ser vivo, en un ser que habla que piensa, que actúa y que se mueve y que justamente es el hábito vital que tiene para decir sus cosas, y no solamente es un alter ego porque el titiritero lo mueve, sino porque el titiritero le transmite una personalidad bien destacada al títere.

DCDA:- Y así debes haber visto muchos casos al realizar este libro

MV:- Sí, por ejemplo Mane Bernardo tenía un perrito que era el perrito sin nombre, porque ella nunca le puso un nombre, pero era el títere alter ego que ella tenía, cuando a ella algo le molestaba o quería transmitir algo lo hacía a través del perrito sin nombre y Sarah Bianchi tenía a Lucecita, que era un títere de un enanito, que era según me cuentan bastante malo, era malo porque cuando ella se enojaba le hacía transmitir su enojo al enanito. Y así cada titiritero tuvo su alter ego, su muñeco preferido, a tal punto que la historia cuenta que San Simeón, que es el Santo protector de los titiriteros era un Santón que tenía un títere que enseñaba el cristianismo él títere no él, porque como estaba prohibido y el era perseguido, le hacía decir al títere todo lo que a él le estaba vedado, y andaba por todos lados transmitiendo el cristianismo a través del títere.

DCDA:- En el libro nos vamos a encontrar con qué en la historia del títere en Argentina tuvo una participación muy importante el gran Federico García Lorca, ¿de qué manera se involucró el poeta andaluz?

MV:- Por supuesto que sí, porque Federico trajo los títeres de cachiporra, con la historia de Cristobita y el retablo Don Cristóbal que eran títeres para adultos , muy festejado en el Teatro Avenida, por todo el público que recibió y cobijó a Federico, porque todo el mundo sabía que Federico corría peligro y lo querían mantener en Buenos Aires por lo que le dieron muchas actividades y estuvo casi un año, pero finalmente se fue y pasó lo que pasó con él. Él amaba a los títeres y tocaba el piano, porque los títeres siempre fueron acompañados por música, cuando andaban por los caminos tenían una flauta y sino el violín. Es por eso que la sala del museo en su homenaje lleva su nombre.

DCDA:- ¿Qué importancia tiene el museo como punto de encuentro para que siga viva esta noble actividad?

MV:- Tiene mucha importancia, en realidad hay muchos titiriteros, en realidad como ya no andan por los caminos y ahora andan en cuatro por cuatro entonces ya no es el tema de la carreta, pero siempre que llegan los titiriteros se acercan los niños y es una fiesta.

DCDA:- Y una fiesta que no solamente se vive en Argentina sino también en el resto del mundo…

MV:- Así es el mes de marzo cuando estuve en Madrid en el Parque El Retiro había un titiritero que había hecho su retablito y todos los chicos habían armado una herradura sentaditos alrededor del teatrito y nosotros con Benito (Blanco emblemático empresario y dirigente de la colectividad española) nos sentamos ahí y disfrutamos un montón. El títere está vivo porque es una necesidad humana, transmitir las ideas a través de un muñeco es no comprometerse demasiado para decir lo que uno piensa.

DCDA:- ¿Con qué testimonios nos vamos a encontrar en el libro?

MV:- La contratapa la escribió Canela la periodista italiana que está hace muchos años vinculada a la literatura con su programa Colectivo imaginario que trata sobre libros, y nos gustó mucho que participara ella que era íntima amiga de Bianchi y Bernardo. También hay unos testimonio s muy importantes de alumnos Mane Bernardo, amigos de Sara Bianchi, titiriteros casi todos ellos que aportaron sus experiencias, uno para destacar es el maestro Pablo Medina de La Nube que tiene más de noventa mil ejemplares de libros infantiles y que es un titiritero y también de Mónica López Ocón hija de César López Ocón de Azul, que es el único titiritero que tiene un monumento, más Juano Villafañé que escribió un testimonio muy cariñoso que enriquecen con la historia personal de sus padres y todo ese devenir titiritero que comienza con una carreta y termina por los caminos igual pero ya más modernizados.

DCDA:- Ya se realizó la primera presentación en la Feria del Libro de San Pedro y ahora llega la primera en Buenos Aires

Sí, estuvimos en San Pedro, ya que queremos dejar en claro que el Museo es de todos los argentinos no solamente de Buenos Aires, y ahora este jueves 16 a las 19 hs haremos la presentación en la Fundación Cassará, Avenida de Mayo 1190, un magnífico edificio restaurado por la arquitecta Ana María Carrio, donde esperamos a todos los niños para disfrutar una obra de títeres y a conocer más sobre el Museo.

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